Jorge Di Pascuale

"No pidan por mí, pidan por todos"

Jorge Di Pascuale, la figura más importante de la historia de los trabajadores de Farmacia, fue, además, uno de los más destacados dirigentes de la historia del movimiento obrero argentino por su voluntad política, su vocación revolucionaria, su compromiso con la patria, y su conducta insobornable al servicio de los trabajadores. Cabe agregar, también, que fue uno de los más queridos por su calidez humana y su sentido de la solidaridad.
Jorge luchó por la defensa de los trabajadores desde muy joven. Luego del golpe de 1955, cuando los militares intervinieron ilegalmente los sindicatos y encarcelaron a cientos de dirigentes, recuperó la organización de los trabajadores de Farmacia junto a Alfredo Ferraresi, Horacio Mujica y "Pepe" Azcurra.
A sus 28 años, encabezó la Lista Blanca con la que ganó las elecciones del sindicato, y convirtió a su gremio en uno de los principales formadores de cuadros peronistas.
Después, vinieron tantos otros logros. Participó en la huelga del Frigorífico “Lisandro de la Torre” y del Plenario Nacional de Huerta Grande. Fue parte de la Secretaría del Consejo Coordinador y Supervisor del Peronismo. Fue delegado personal de Juan Domingo Perón ante los países socialistas.
Se entrevistó con el “Che”. Lo votaron como Diputado Nacional, aunque no pudo asumir porque Frondizi anuló las elecciones. Fue parte fundamental en la creación de la CGT de los Argentinos y militante del Peronismo de Base.
Fue la figura fundamental, junto a Rearte, Tosco y Ongaro, en la gran corriente combativa y  antiburocrática del sindicalismo combativo.
Tras la muerte de Perón, empezó a cercarlo la Triple A y se exilió en Venezuela. Pese a las  advertencias de sus compañeros sobre la escalada represiva, Jorge decidió regresar al país y permanecer en la clandestinidad.
La noche del terror se inició definitivamente el 24 de marzo de 1976: “Si me llega a pasar  algo no pidan por mí, pidan por todos”, dijo. El 28 de diciembre, día de su cumpleaños, se encontró con su familia en su casa de La Paternal. Allí fue detenido por un grupo de tareas del general Ramón Camps, y pasó a ser uno de los 30 mil desaparecidos por la  dictadura genocida.
Diversos testimonios sostienen que pasó por los centros de detención clandestina “Proto Banco”, junto al compañero Juan Carlos Arroyo, y “El Vesubio”. A pesar de su estado deteriorado por la tortura, alentaba y daba ánimo a sus compañeros. Se cree que su cautiverio duró hasta febrero de 1977. Algunos sobrevivientes del centro clandestino de detención “El Vesubio” indicaron que Di Pascuale fue visto allí.
En diciembre de 2009, el equipo argentino de antropología forense identificó sus restos en una fosa común del cementerio de Avellaneda.
Líder indiscutible y solidario, humilde, defensor de los derechos de los trabajadores, intuitivo, inolvidable para quienes lo conocieron, su memoria permanece inalterable en lo más alto de la historia del movimiento obrero argentino.